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			Últimamente he castigado un poco más 
			de lo debido a mi vieja carcasa, de forma que aunque me encuentro en 
			bastante buena forma pero tengo las rodillas en muy mal estado, 
			principalmente la derecha. Afortunadamente ayer se pasó el día 
			lloviendo y así le he dado un poco más de descanso desde el paseo 
			por los Infiernos. 
			Tras barajar posibilidades y tiempos 
			decido encaminarme al Garmo Negro que parece tener una ascensión de 
			las más rápidas de la zona y eso de hacer un tresmil, siempre da 
			caché. | 
		
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			| Perfil de altura -
			Descarga del Track | 
		
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			| El camino comienza muy cerca de la 
			esquina del Ibón de Baños en el Balneario de Panticosa y, como todos 
			los de esta zona, arremete a subir sin preámbulos ni cortesía por 
			unas deterioradas zetas. | 
		
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			| Al poco llego, en una curva, a este 
			edificio que contiene una fuente de la que posteriormente leí que 
			tiene agua termal. | 
		
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			| No se me ocurrió tocar el agua... | 
		
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			| Después de las termas, continúo 
			subiendo por la senda más visible de las muchas que ascienden por 
			esta zona. Mal comparado me recuerda a la parte baja de Maliciosa, 
			en la Barranca, donde hay decenas de caminos que llevan al mismo 
			sitio. Estaba equivocado. | 
		
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			| Por detrás queda el Balneario | 
		
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			| Y por delante aparece lo que creo que 
			será el Garmo Negro. | 
		
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			| Esta imagen da una perspectiva del 
			desnivel alcanzado en bastante poca distancia lineal. Si no me 
			equivoco a la izquierda aparece Vignemale. | 
		
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			| Después de seguir a 
			algunos montañeros, siempre por el camino que me parece más 
			evidente, me doy cuenta de que este no lleva al Garmo sino al Cuello 
			de Pondiellos. Como mi valor y audacia ya están demostrados con 
			suficiencia y no necesito añadir tresmiles al palmarés decido seguir 
			a ver como está el tema y ya decidiré. | 
		
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			| No sé quienes son 
			pero me gusta la sensación de profundidad. Me acuerdo del doctor, que 
			probablemente tendría vértigo en esta situación. | 
		
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			| Por debajo veo los Ibones de Ordicuso, 
			otra posibilidad que había barajado para hoy. Más me habría 
			valido... | 
		
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			| Finalmente llego al 
			collado o cuello como dicen por aquí y aparecen los Ibones de 
			Pondiellos a los que ya había saludado el día de Infiernos. | 
		
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			| Al norte veo los mismísimos Infiernos 
			e imagino que el de la derecha debe ser el Pico de Arnals, otro 
			tresmil que se va a quedar sin el honor de mi hollado (como la 
			inmensa mayoría de ellos). | 
		
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			| Infiernos más de cerca y la romería de 
			Nuestra Señora de Agosto por encima. | 
		
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			| Al O.N.O. (no es publicidad de 
			compañías telefónicas) aparece el inconfundible 
			Cervino. ¿O a lo mejor es el Midí d'Osau? | 
		
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			| Parece que los vecinos del norte 
			tienen el día nublado. | 
		
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			| La verdad es que el mar de nubes hace 
			muy bonito. Además, que se fastidien los vecinos y si quieren sol 
			que se vengan aquí. | 
		
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			| De nuevo el Midi, creo que me he 
			enamorado. | 
		
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			| Y de nuevo los Infiernos un poco más 
			al completo. Vale, tienes razón me estoy repitiendo. | 
		
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			| La marmolera. | 
		
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			Bueno, pues en este collado me sucedió 
			algo que todavía no puedo entender: 
			Llegan dos jóvenes veinteañeros junto 
			a otro senior al que no puedo llamar montañero. Muy amables los 
			chicos me piden que les haga alguna foto y estamos un rato charlando 
			aunque apreciaba que al mayorcito no le hacía demasiada gracia. 
			Me preguntan por mis planes y les digo 
			que me gustaría ir hacia el Garmo Negro pero que tengo muy mal la 
			rodilla, no conozco el terreno y no sé qué hacer a lo que sin 
			dudarlo me dicen que ellos también van por allí y que les acompañe. 
			El senior arruga el morro. 
			Comenzamos a ascender mientras el 
			veterano les va contando historias del Himalaya y sitios de esos a 
			los que nunca iré. En una de las paradillas, y viendo su mal gesto, 
			le pregunto. ¿Eres guía? los chicos se sonríen y me contestan 
			rápidamente que no, pero dejan un halo de misterio. Deduzco que debe 
			ser una celebrity del alpinismo. ¡Qué honor! 
			Bueno, pues no eres guía pero creo 
			que no te gusta mi compañía, ¿correcto?. No me contesta pero 
			vuelve a arrugar el morro y finalmente dice "no es por mi, es 
			porque a los que van por debajo le puede pasar cualquier cosa en 
			este terreno" y a continuación se pone el casco. 
			Él que va por delante se pone el casco 
			pero a los chavales que van detrás (y debajo) suyo los deja sin la 
			protección. No me cuadra.  
			Seguimos un rato más mientras empiezo 
			a cabrearme. En la vida he visto nada igual en la montaña sino todo 
			lo contrario. Empiezo a pensar en que este sujeto debe ser de esos 
			que van por los ochomiles y cuando ven a la gente medio muerta les 
			dicen que "A la vuelta si eso ya te ayudo". 
			Bastante cerca de la cumbre, en un 
			paso delicado que se me atraviesa, me cabreo y decido darme la 
			vuelta. 
			En mi huída encuentro a otro grupo de 
			montañeros que suben y me preguntan a lo que les cuento la historia. 
			No se lo pueden creer. Por supuesto, como haríamos cualquier 
			montañero, aunque como quien esto escribe que lo es "del todo a 
			cien" intentan convencerme de que vaya con ellos, cosa que les 
			agradecí tremendamente pero el mal ya estaba hecho. Me voy para 
			abajo, se me está calentando la cerveza. | 
		
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			| Más me habría valido subir al Pico de 
			Pondiellos, que se le ve bastante accesible. Lo valoro pero ya estoy 
			enfurruñado. Me voy. | 
		
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			| Me regocijo en las preciosas vistas 
			del mar de nubes y los picachos sobresaliendo. | 
		
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			| Cuando estoy casi en el collado oigo a 
			unos montañeros que descienden la aguja y provocan un pequeño alud 
			pero que hay rocas cayendo durante cerca de un minuto. Yo no soy 
			supersticioso porque trae muy mala suerte. ¡Buff! | 
		
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			| El mini nevero que hay al principio 
			del Cuello. | 
		
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			| Los "preciosos" y desérticos Ibones de 
			Brazato, donde estuve hace días. | 
		
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			Pues, aunque el descenso se 
			desenvolvió sin nada especial que reseñar pero los cruces con otras 
			personas no fueron como suelen ser con los montañeros "normales". 
			Incluso una pareja me preguntó por el camino al Garmo Negro y cuando 
			ya se alejaban caí en la cuenta de que eran las tres y media, un 
			poco tarde. Les grité para decírselo y creo que me mandaron a tomar 
			... 
			¿Sería el día internacional del 
			montañero borde? Y yo sin enterarme, con lo borde que puedo llegar a 
			ser... | 
		
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			| Adios Garmo. | 
		
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			| Un abrazo a mi hipotético lector. |