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			Esta ascensión ha sido la ascensión 
			de mi vida quizá por mi edad, quizá por las circunstancias que me 
			han acontecido en los últimos tiempos, pero ciertamente Balaitous, 
			para mi, va a ser La Montaña. 
			En la cumbre me emocioné. Me emocioné 
			mucho y me acordé de aquellas personas que han hecho posible esta 
			ascensión y desde aquí deseo recordarlas y dedicársela:   
			A mi mujer que, en esta ocasión, me 
			apoyó y animó. 
			A la Dra. Ortega por su buen hacer y 
			el ánimo que me ha infundido 
			A aquellos que se han preocupado 
			continuamente y me han animado en los peores momentos pasados, que 
			como saben han sido duros. 
			A mi compañero de cordada, Jorge, 
			verdadero artífice de lo que me parecía un sueño imposible. 
			A Alba que me ha ayudado 
			altruistamente a perder buena parte de lo que me sobraba | 
		
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			Track de la 
			ascensión | 
		
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			Bueno, pues después de un montón de 
			semanas pendientes de las predicciones meteorológicas que nunca eran 
			optimistas y aprovechando que en casa de Jorge era imposible dormir 
			por las fiestas, nos decidimos y el viernes 10, desafiando a la 
			huelga de Renfe, le recogía en la estación de San Fernando y 
			comenzamos viaje hacia Sallent de Gállego. 
			Recordamos con verdadera pasión el 
			menú incomestible y carísimo que nos "deleitó" en xxxxxx 
			Poco después llegábamos al 
			aparcamiento de embalse de La Sarra y mientras comenzaba a llover 
			nos disfrazamos de montañeros y comenzamos el camino   | 
		
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			| Un servidor 
			estaba alucinado. Hacía exactamente 40 años que no pisaba el Pirineo 
			y esas montañas de verdad me hacían empequeñecer y sentir que no soy 
			ni "montañero del todo a cien" | 
		
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			| Aquí Jorge posando con la mochila 
			llena de globos de helio. 
			
			Jorge: No sé qué pesaba más, 
			si la cuerda o las piedras que Paco me iba metiendo en la mochila... | 
		
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			Comenzamos el camino que lleva al 
			refugio de Respomuso y que en días anteriores había leído en algún 
			blog o Web que "suavemente asciende hasta el refugio en unas dos 
			horas y media".  
			Mentira, mentira podrida. Comienza 
			suave pero de suave no tiene nada y menos con los mochilones y sin 
			haber dormido. De las dos horas treinta mejor no hablar. | 
		
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			| De cualquier forma, el paisaje es 
			espléndido y todo es grandioso. A la primera cascada aluciné 
			comparándolas con las de nuestro Guadarrama | 
		
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			| Jorge: 
			Paco se dirige con paso firme y decidido hacia la Aventura y lo 
			Desconocido. | 
		
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			| El bosque de hayas, tan poco comunes 
			por las latitudes donde acostumbro a transitar, es increíblemente 
			bello y la voluptuosidad del Río Aguas Limpias, que bajaba 
			ferozmente a nuestra derecha, grandiosa. | 
		
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			| Cruzábamos "pequeños" arroyos que 
			con el deshielo han arrastrado árboles grandísimos. | 
		
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			| Al poco apareció 
			ante nosotros las estribaciones de Los Arrieles. No puedo dejar de 
			comparar y pensar si nuestra querida Maliciosa fuese como la peña 
			que aparecía de frente. | 
		
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			| El camino dejaba de ser amable y 
			llegamos al Barranco de Arriel, del que nos habían avisado que un 
			crecimiento arrastró el puente y habría que sortear saltando de 
			piedra en piedra. | 
		
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			| No sin esfuerzo pude atravesarlo y 
			en la foto superior puede verse mi felicidad (y mi barriga), no por 
			no haberme caído al agua, sino por no haberle dado a Jorge la 
			oportunidad de humillarme. | 
		
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			| Jorge: 
			Paco cruzó la torrentera con tanta agilidad que los sarrios le 
			miraban desde arriba con envidia 
			
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			Continuamos el camino y la verdad 
			es que estábamos cansados como perros (es un dicho de mi suegro). El 
			"suave camino nos estaba pasando factura. 
			La cintita que puede verse al borde 
			del camino es una extraña disuasoria para no salirse del mismo y 
			caer al río que, en algunos momentos, trascurre muy por debajo. | 
		
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			| Pasamos los restos del primer 
			nevero donde el agua transcurría bastante por debajo. También fueron 
			momentos de expectación pero afortunadamente no me fui para abajo. 
			Jorge tampoco. | 
		
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			Jorge: 
			Al ver atrás este panorama tan soberbio del Pic de Soques por un 
			segundo casi me olvido de que la mochila me estaba matando. | 
		
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			| Diría que al poco llegamos al 
			ibón-pantano de Respomuso, pero no fue al poco. Se nos hizo eterno y 
			solo la motivación que produce el saber que podríamos hidratarnos y 
			recuperar minerales con una cerveza fue el aliciente para no 
			pernoctar en la cuneta inexistente del camino. | 
		
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			| Jorge posando una vez rehidratado. | 
		
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			Jorge: Durante un rato Paco 
			se empeñó en que ese soberbio pico era la Gran Facha. Al final como 
			no podía ser menos, tuve yo la razón y era el Piedrafita...   | 
		
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			Sábado, 11. La noche ha sido 
			apoteósica. He dormido cero horas, cero minutos. Nos levantamos a 
			las 6 y después de recoger las escasas pertenencias nos disponemos a 
			desayunar. Pensamos que por 6€ nos íbamos a poner las botas y, 
			efectivamente, nos las pusimos al acabar el escaso y poco apetitoso 
			(a excepción de un panecillo) refrigerio. 
			Me encuentro mal. Tengo ganas de 
			vomitar. Dos noches sin dormir no auguran un cuerpo y mente muy 
			adecuados.   | 
		
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			| Poco a poco vamos cogiendo altura y 
			vemos la Cresta del Diablo. Se adivinan canales que deben ser una 
			gozada.   | 
		
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			| Comenzamos a coger pequeños y 
			grandes neveros con la nieve perfecta, mejor de lo que la hemos 
			tenido en Guadarrama en todo el invierno. Calzamos los pinchos y 
			seguimos subiendo.   | 
		
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			| Como se puede comprobar mi rapidez, 
			potencia y flexibilidad muscular me hace coger bastante ventaja al 
			pobre Jorge   | 
		
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			| Por detrás quedan magníficas vistas si 
			exceptuamos la cosa roja esa que sube fatigosamente. Jorge, que 
			tiene una tienda de lupas, gentilmente nos ha puesto la toponimia 
			del lugar   | 
		
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			| A la izquierda de la Cresta tenemos 
			supuestamente la Aguja d'Usell y por debajo el glaciar Latour.   | 
		
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			| Todo es espléndido (menos la cosa 
			roja esa)   | 
		
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			| Por fin aparece ante nosotros 
			inconfundible la brecha Latour por la que tendremos que ascender. 
			Desde aquí parece una muralla vertical.   | 
		
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			| Hacia la mitad del corredor vemos 
			una montañera que no parece estar pasándolo muy bien.   | 
		
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			| Dado que nosotros somos la leche, 
			con un valor sin igual y nos sobra la fuerza y técnica, no lo 
			pensamos dos veces y comenzamos a subir. Jorgito el temerario se 
			ajusta todo lo que pinche y comienza la muy disfrutona ascensión. | 
		
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			| Son unos 45º realmente disfrutones. | 
		
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			| Dejando una distancia prudente 
			comienzo a subir. | 
		
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			| Jorge ya ha llegado al collado y al 
			poco llego yo   | 
		
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			| Por detrás se acercan más 
			montañeros pero seguramente ninguno tiene nuestro arrojo y valentía.   | 
		
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			| Para ayudar a subir el risco hay 
			una extraña instalación que no dudamos en utilizar. Quizá este 
			primer paso sea el más complicado y tampoco lo es demasiado.   | 
		
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			| Por delante nos queda una buena 
			trepada mientras nos fijamos en las instalaciones para los rápeles 
			del descenso porque no nos apetece mucho bajar la brecha "a pelo", 
			no por falta de audacia, técnica e incluso temeridad, sino para 
			probar la cuerda de Jorge   | 
		
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			| El abuelo haciendo lo que puede.   | 
		
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			| Finalmente damos vista al resto de 
			la excursión y vemos que falta un buen trecho. La falta de sueño me 
			va pasando factura pero la relativa cercanía de la cumbre y el haber 
			sobrepasado los 3.000 m. me animan a seguir   | 
		
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			| Jorge me abandona cobardemente 
			mientras yo continuo ascendiendo pero parando cada pocos pasos   | 
		
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			| Por detrás viene otra pareja   | 
		
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			| Foto que me hace el colega donde, 
			gracias a la niebla, no se me ve la lengua fuera.   | 
		
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			| Finalmente hollamos cumbre que, 
			siguiendo las instrucciones de las Hermanitas del Buen Suceso, 
			tocamos con la mano derecha mientras gritamos a pleno pulmón (es un 
			decir) "CUMBREEE"   | 
		
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			| Tomamos una generosa ración de geles 
			energéticos y todo aquello que nos permita dar un paso más mientras 
			compartimos los momentos de gloria con los alaveses que nos habían 
			seguido.   | 
		
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			| Dada la fata de visibilidad en la 
			cumbre y de vitalidad de quien esto escribe recordamos que en el 
			refugio hay cerveza y decidimos bajar.   | 
		
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			| Curiosamente se baja mucho más 
			descansado de lo que se sube.   | 
		
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			| Jorge: 
			Paco se enfrenta a la bajada de cara a los insonsables abismos de 
			los Arrieles con un coraje que habría dejado boquiabierto al 
			mismísimo Mallory. 
			Paco: Mentira podrida. No hacía más que pensar en que un traspiés me 
			podía llevar 400m abajo   | 
		
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			| De frente, en la Aguja Cadier parece 
			que vemos a alguien en la cumbre...   | 
		
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			| ...y efectivamente hay dos 
			afortunados.   | 
		
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			| Comenzamos a montar los rápeles 
			bastante bien sincronizados...   | 
		
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			Jorge: Mucho criticar mis 
			mochilas, pero luego anda que no le gusta a Paco bajar por la cuerda 
			fatigosamente porteada por el Gorka.   | 
		
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			Jorge: 
			Resaltemos la depurada técnica alpina de Paco.   | 
		
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			| ...   | 
		
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			Jorge: La verdad es que el 
			tubo se podía bajar “ a pelo” con cuidadín, pero no queríamos 
			acomplejar al resto del personal y optamos por rapelarlo entero.   | 
		
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			| Jorge: Es una pena que 
			Messner no anduviese por ahí ese día. Habría aprendido un montón.   | 
		
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			| Jorge: 
			El último rápel de los cinco que nos marcamos.   | 
		
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			| Detrás nuestro (en realidad delante, 
			al bajar de cara a la montaña) vienen los alaveses que debido a su 
			cuerda de 30m tienen algún momento de tensión   | 
		
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			| Nosotros nos 
			introducimos en una amplia rimaya donde Jorgito se hecha catorce 
			cigarritos mientras esperamos a que los jóvenes compañeros acaben de 
			descender por la cuerda que les hemos dejado. | 
		
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			| Las caras de felicidad son 
			evidentes... | 
		
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			| Bueno, pues ahora nos toca la 
			calcetinada de vuelta. De momento hay que pasar una travesía que 
			aunque no presenta dificultades da un poco de "yuyu" por el desnivel 
			que tenemos a nuestra izquierda. | 
		
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			| Otra pareja desciende la brecha 
			mientras nosotros vamos calentando motores. | 
		
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			| Si la ascensión ha sido bonita, el 
			descenso de cara a Tebarray y la Forqueta es sobresaliente. | 
		
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			| Jorge me sigue como puede | 
		
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			| A nuestra izquierda vemos medio 
			descongelado el ibón de Sclousere | 
		
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			| Finalmente aparece el refugio y 
			embalse de Respomuso donde hacemos una pausa para veintinueve 
			cigarritos de Jorge y una cerveza isotónica . Recogemos el resto del 
			equipaje y emprendemos regreso al aparcamiento con la feliz meta de 
			más cerveza, una cena en condiciones y una cama. | 
		
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			| Un abrazo a mi hipotético lector. | 
		
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