| Creo que me estoy enviciando con el 
			Pirineo. Con un stress de marca mayor y al borde del ataque de 
			nervios, nos vamos mi Marisa y yo a descansar unos días en el 
			maravilloso Sallent de Gállego. Ella a descansar, descansar y yo a 
			descansar de cabeza. No estoy 
			dispuesto a destrozarme las rodillas, como hice el año pasado, por 
			lo que tengo en mente una serie de ascensiones secundarias pero no 
			por ello poco atractivas. Mi apreciado Jorge I me sugiere que la primera de mis salidas sea la 
			más ligera y de esta forma, gracias a las fabulosas explicaciones 
			del "Komando Kroketa", encamino mis pasos al Anayet.
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			| Se parte del aparcamiento en el Corral de Mulas donde arranca la 
			carretera hacia la estación de Anayet, que los amables responsables de 
			la estación de esquí tienen cerrado a aquellos que no vayan a 
			dejarse el dinero en sus remontes, obligando a los "perroflautas" 
			montañeros a un paseo extra por una preciosa y dura carretera durante dos 
			kilómetros.
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			| Track de la ascensión | 
		
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			| Después del 
			maravilloso paseo por la carretera se llega a la estación, también 
			maravillosa, donde arranca realmente el camino por el Barranco de 
			Culibillas. | 
		
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			| Comienzan a 
			aparecer montañas cubiertas de nubes y la previsión meteorológica es de posibilidad de 
			chubascos tormentosos. A la derecha debería estar el Pico Cubilillas | 
		
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			| Sin ser un paraje espectacular pero 
			solamente el verdor del valle ya despierta los sentidos | 
		
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			| Van apareciendo algunas peñas 
			interesantes | 
		
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			| Comienza a aparecer la piedra violácea 
			testigo del pasado volcánico de la zona (el Anayet fue un volcán, 
			así como el Midí d'Ossau) | 
		
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			| Poco a poco se va cogiendo altura a 
			pesar de que el camino asciende tranquilamente | 
		
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			| Llegando a los Llanos de Anayet 
			aparece, impresionante, el propio Anayet. | 
		
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			El ibón de Anayet también aparece 
			entre la niebla. Estoy deseando ver la estampa típica del lugar con 
			el Midí al fondo pero no hay suerte de momento. La niebla sobre el 
			ibón da un aspecto mágico al lugar. | 
		
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			| Ahora sí que se muestra impresionante 
			el Anayet en cuya cumbre me parece apreciar a alguien. | 
		
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			| Tirando de zoom  veo a dos 
			afortunados que posteriormente localicé para mandarles sus 
			fotografías. | 
		
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			| Tras un pequeño refrigerio sigo camino 
			hacia el cuello | 
		
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			| La peña aparece impresionante. En esta 
			imagen se aprecia perfectamente la chimenea de ascensión final | 
		
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			| Sin gran esfurzo se va llegando al 
			collado (cuello por estos lares)... | 
		
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			| ...desde donde parece inaccesible la 
			cumbre | 
		
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			| Me cruzo con dos 
			montañeros que bajan y me animan a subir. El temor a lo desconocido, 
			en este caso la famosa travesía de las cadenas me hace dudar... | 
		
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			| ... pero ante tal hermosura, y gracias 
			al arrojo y bravura que me caracteriza continúo la ascensión | 
		
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			| La primera parte  
			discurre enteramente por este terreno morado compuesto según el Dr. Mingot 
			por Olivino. Desde el collado aparecen dos sendas en dirección a la 
			cumbre, ambas por el lado contrario (Oeste) al que se llega al 
			cuello . Como buen pardillo cojo la superior pero si alguien lee esto 
			que lo haga por la inferior, llegará al mismo sitio pero más 
			cómodo. | 
		
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			| Aparece la roca caliza y la travesía 
			de las cadenas. | 
		
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			| Foto tomada más 
			tarde desde el Vértice de Anayet. Los pasos de las cadenas no tienen 
			dificultad e incluso pueden hacerse sin agarrarse a ellas, solo que 
			un descuido puede acabar en una bajada extremadamente rápida hasta 
			la base de la peña. Cuidadín, cuidadín... | 
		
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			| Después de la 
			travesía se enfila, siguiendo los hitos, hasta una chimenea que se 
			trepa sin ninguna dificultad pero en la que tampoco es conveniente 
			caerse.Y finalmente este rey del alpinismo mundial hace cumbre junto a otro 
			joven con el que comparte alegría y apretón de manos. Me acuerdo de 
			mis compañeros habituales. A uno le habría gustado mucho y el otro 
			se habría ca__do.
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			| Lo del fondo puede ser la Sierra de 
			Apartacua | 
		
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			| Los bonitos ibones desde la cumbre y vámonos 
			para abajo porque no me gustaría nada pasar las cadenas con la roca 
			mojada. | 
		
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			| Una vez en el 
			Cuello de nuevo y dado que me sobra juventud y fuerza como a Ronaldo 
			(dinero no) veo la pirámide del Vértice de Anayet y decido subirlo, 
			a ver qué pasa. | 
		
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			| La subida no 
			entraña ninguna dificultad, no teniendo que usar las manos en ningún 
			momento, excepto para sonarme, pero me recuerda al Moncayo. Cuidadín, no tropieces...Desde aquí se ve el Midí que hasta ahora había permanecido oculto y 
			a su derecha el Anayet. Dos montañas muy bonitas.
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			| Selfie del famoso e intrépido 
			alpinista en el vértice | 
		
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			| Las tres cumbres | 
		
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			| No envidio estar ahora en el Midí | 
		
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			| Anayet espléndido, donde creo ver más 
			personas con las que posteriormente contacté para enviarles sus 
			fotos. | 
		
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			| Finalmente decido bajar a echar un 
			vistazo por los ibones... | 
		
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			| ...a ver si es verdad lo que me 
			contaba Jorge IV sobre las sanguijuelas. Es verdad, están plagados 
			de estos "preciosos pececitos" | 
		
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			| Los Infiernos también estaban bastante 
			cubiertos. A la izquierda Peña Foratata que de momento se queda en 
			la lista de proyectos. | 
		
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			| Y colorín colorado este cuento se ha 
			acabado... |