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    Quien crea que los mapas
      sirven para llevar un camino claro y sin problemas es un iluso de marca
      mayor.  
      Me preparo la ruta para ir de La
      Pradera de Navalhorno a Peñalara por unos senderos que vienen en el mapa.
      Perdón, en los mapas. Me lo paso al GPS y tan contento me voy "pallá". 
      La mitad de los senderos no existe
      y encima me cruzo con los leñadores que están dejando el bosque de
      Valsaín más vacío que mi cartera a final de mes, además de
      intransitable. A partir de los 1.800 la nieve es como el cristal, dura
      pero frágil; es decir, helada por arriba pero cede bajo el peso.  |