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					| Vaya invierno... ha caído lo 
					que no está escrito. Aquellos que decíamos que ya nunca 
					habría nieve en tal o cual sitio estábamos bastante 
					equivocados. Tras unos cuantos intentos 
					de practicar por el Nevero, todos ellos improductivos por 
					las malas condiciones climatológicas, por fin la segunda 
					semana de Abril llega el anticiclón y me encamino allí. La 
					pena es que la nieve está sin transformar y las altas 
					temperaturas no son tampoco ideales para subidas un poco 
					empinadas. De cualquier forma me 
					acerco allí y descubro que han desaparecido los corredores. 
					Toda la montaña es una inmensa pala de nieve coronada por  
					cornisas con constantes desprendimientos, como tendría 
					ocasión más tarde de comprobar. En fin, no fue un mal día 
					dentro de lo que cabe. Llegando a la Peña del 
					Cuervo rememoro la mañana en condiciones inhóspitas vivida 
					con Juan |  | 
		
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			| Esa cara izquierda lleva años 
			tentándome. | 
		
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			| Al llegar al Nevero descubro una 
			montaña nueva sin apenas rocas o salientes que le den forma. Todo ha 
			quedado cubierto por el blanco elemento. | 
		
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			| Llaman la atención las cornisas y los 
			aludes que se han ido sucediendo | 
		
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			| Las lagunillas ya aparecen en medio de 
			la nieve | 
		
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			| Grandes bloques permanecen en 
			equilibrio a la espera del momento oportuno para dejarse caer. | 
		
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			| Bueno, pues escojo un itinerario y a 
			disfrutar | 
		
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			| Hay unos cuantos metros amontonados | 
		
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			| A pesar de lo sencillo del recorrido 
			llego a un punto donde está totalmente hueco por lo que después de 
			varios intentos decido retroceder un poco y rectificar por la 
			derecha. | 
		
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			| La vista es gloriosa | 
		
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			| Una vez en la cumbre doy vista a 
			Peñacabra y decido el próximo itinerario | 
		
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			| Emprendo la bajada por el lugar 
			habitual pero siempre pegado a la izquierda para evitar el paso de 
			muy posibles desprendimientos | 
		
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			| Llegado al Hoyo giro a la derecha a la 
			búsqueda del itinerario elegido | 
		
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			| Desde aquí ya lo veo bastante claro. | 
		
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			| Enseguida me pongo fuera del paso de 
			las caprichosas "bolitas de nieve" | 
		
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			| El "matao" | 
		
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			| Pegado a la izquierda asciendo con 
			gran goce. | 
		
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			| Del resto de la ascensión no hay 
			material porque, a la mitad de lo que debería haber sido una canal, me 
			encuentro muy inseguro por el estado tan blando de la nieve de forma que hago 
			una travesía a la derecha donde me marco el resto en roca. He tenido mis momentos de tensión. 
			En algún momento de la trepada, incluso he tenido que autoasegurarme. 
			No lo puedo remediar, soy un "matao" y además cagón. Cosas de ser un 
			"montañero del todo a cien".  Aprovecho la cumbre para intentar 
			comer unos macarrones, pero la tensión me ha dejado sin hambre, 
			¡Increíble! | 
		
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			| La verdad es que para mi estaba un 
			poco más empinado de la cuenta. | 
		
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			| Parte del itinerario | 
		
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			| De nuevo en el Nevero desciendo por el 
			sureste | 
		
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			| Un abrazo y hasta otra, hipotético 
			lector |