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			La Maliciosa siempre es 
			un lugar mágico. Mágico por su belleza, por su verticalidad, sus 
			bellos corredores y mágico por otra circunstancia que hemos 
			descubierto Jorge y yo. 
			Pensaréis que estamos 
			locos (y es cierto) pero estamos seguros de que esa maravillosa 
			montaña está llena de extraterrestres atentos al paso de los 
			montañeros. De qué forma se puede explicar si no fuera así, que 
			sales del aparcamiento de la Barranca o de Matalpino y ves bastante 
			cerca la montaña y a medida que caminas, sigue y sigue alejándose 
			hasta que casi siempre acabas alcanzándola, no sin bastante 
			esfuerzo. 
			Lo mismo ocurre al 
			regreso, se ve el hotel muy cerca y desciendes y desciendes mientras 
			los extraterrestres lo alejan hasta que al final casi siempre les 
			ganas. | 
		
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			| Tras un fortísimo 
			madrugón comenzamos a caminar ceca de las nueve y media, con la 
			esperanza de que esta vez no nos alejen la montaña. | 
		
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			| Pasamos el primer 
			neverillo esperando que mi compañero se hunda hasta los riñones, 
			pero no hay suerte. | 
		
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			| Finalmente llegamos a 
			la deseada nieve que está en bastante buenas condiciones. | 
		
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			| Abajo, Jorge intentando 
			conseguir el Pulitzer | 
		
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			| Nos acercamos al 
			collado y comienza la travesía en descenso hasta la base del Tubo de 
			Todos. | 
		
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			| Por 
			delante nos encontramos bastantes montañeros utilizando el famoso 
			método de progresión conocido como "o nos caemos todos o no se cae 
			nadie" o avance encordado sin seguros intermedios. | 
		
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			Al poco llegamos al 
			collado de separación entre el Tubo de Todos y el Este donde se 
			llegan a contabilizar 13 personas por delante. 13 personas armadas 
			con cuchillas en los pies que van a tener por debajo nuestras 
			bonitas y queridas cabezas... 
			Nos quedamos un buen 
			rato pensando qué hacer. En el Tubo de Todos caen purgas con trozos 
			del tamaño de un balón de futbol y en algún momento que aclara la 
			niebla se puede ver placas de viento en la parte superior esperando 
			a jugar a los bolos con el personal. No nos gusta pero no sabemos 
			que hacer.  
			Finalmente y tras unos 
			30 cigarritos de Jorge, decidimos ir al "de Todos", pero en el 
			último instante, tras ver que se ha aclarado un poco la presión 
			antropogénica en nuestro deseado tubo, efectúo un cambio de 
			dirección y comenzamos la subida por el Tubo del Este. 
			Como siempre, el más 
			viejo, lento y torpe va por delante para que el joven, rápido y 
			listo suba cómodamente protegido, interponiendo al menos 2 seguros 
			entre uno y otro. | 
		
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			| Alcanzamos a una 
			cordada que va protegiendo por la roca | 
		
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			Cuando me quedo sin cacharritos para ir sembrando, Jorge tiene un 
			arranque de vergüenza y sigue él de primero. Hemos adoptado una 
			progresión en ensamble bastante rápida y segura. Las anclas quedan 
			bien enterradas y de vez en cuando algún cacharrejo de roca queda 
			instalado | 
		
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			| Finalmente mi compañero 
			llega arriba y aparece un servidor | 
		
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			| Alcanzamos "cima" 
			y vemos como acaba de subir la cordada compañera | 
		
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			| Tras un 
			fugaz paso por la cumbre donde hace una "rasca" del 13, con vientos 
			un poco cercanos a los trescientos kilómetros por hora (o más), nos 
			encaminamos a la canal Central o del Peñotillo pensando en la 
			cervecita de recompensa | 
		
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			| Hasta otra... |