| 
      Gredos 2009 
      1ª parte: Camino del Tío 
      Domingo | 
  
    |   
      Los que me conocéis ya sabéis de mi amor por Gredos. Ni 
      Alpes, ni Pirineos, ni Picos, ni "ná": Gredos es lo más para este 
      montañero "del todo a cien". Meses planeando mi salida de Julio, 
      escudriñando en las imágenes de satélite para localizar sendas y mejorar 
      los mapas y sobre todo, la inestimable ayuda de los foreros  de
		
      www.sistemacentral.net (a 
      quienes dedico estas torpes líneas) con sus detalladas descripciones y 
      fotografías de las rutas que posteriormente he realizado. 
      El plan era empezar en El Raso, bonita localidad del sur de 
      Gredos, vecina a Candeleda y terminar en Bohoyo, al norte, después de 
      darme algún paseo por la zona de los circos centrales y así sucedió, más o 
      menos:   | 
  
    | 
      Después de darle muchas vueltas al generoso 
      madrugón que me iba a meter para comenzar a caminar antes de las siete a 
      más de doscientos kilómetros de casa, decido hacer noche en Candeleda. 
      Buscando por "intenné" un sitio económico y agradable doy con el Hostal 
      Luna (www.lunacandeleda.com) 
      con una habitación chula, pequeñita y acogedora y los propietarios (Luís y 
      Ana), sencillamente encantadores.   | 
  
    | 
        
          | Mapa con el track recorrido | Perfil de altura de la ruta |  
          |  |  |  | 
  
    | 22 de Julio 
      Dejo el coche en El Raso y comienzo a caminar 
      al alba, primero por pista y en seguida por un cómodo camino. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Serpenteando y de forma muy 
      agradable llego a La Casa del Boquete, donde rezo para no encontrar 
      pastores caninos de los que tanto me gustan. Al llegar al recinto ganadero 
      saludo a sus moradores humanos y lo más deprisa que puedo rodeo por la 
      izquierda la instalación buscando la senda. Cuando miro para atrás veo 
      aterrorizado un can XXXL que me observa mientras se relame y duda si 
      desayunarme o dejarlo. Aprovecho la duda para poner el turbo. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Otro ratito y llego a la Plataforma del Jornillo. algo menos de dos horas he tardado hasta aquí, auque debo 
      reconocer que el perrito me ayudó a hacer una media bastante superior a lo 
      que acostumbro. Desayuno por segunda vez y continuo por una hermosa senda 
      entre los helechos. El embalse de Rosarito y los pueblos de La Vera quedan 
      atrás. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Continua el camino placidamente al no volver a 
      encontrarme con ningún merienda-paseantes | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Poco antes de llegar a la Majada del Venero o
      Majalvenero empiezan a vislumbrase las cumbres | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Y un poquitín después aparece la fuente de 
      Majalvenero de donde surge un generoso chorro que me hace arrepentirme el 
      haber salido con tres litros de agua por temor a la falta del elemento en 
      el tórrido sur. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | A continuación me encamino hacia la Mogorra 
      del Helechar y el Collado de Hinojoso pero creo que me equivoco y sigo los 
      hitos que avanzan por la ladera. Cuando veo que el tema no va como quiero 
      giro a la izquierda y ataco de frente hasta llegar al Collado de Hinojoso. 
      Este despiste me hace perder al menos media hora. | 
  
    |  | 
  
    |   | 
  
    | Siguiendo ya por camino bueno y conocido las 
      cumbres del Circo se acercan. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Llegando al Sillao de la Peña de Chilla el 
      paisaje pasa de fabuloso a fabuloso superior y eso que no me imaginaba la 
      sorpresa que me iba a encontrar en una sombra almorzando: al tío Lucio, 
      Nati, Jesús y Miguel, menuda pandilla de montañeros, buena gente, que me 
      ofrecieron acompañarles cambiando mi perspectiva andarina de muy buena a 
      inmejorable. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Tuve el honor de caminar junto al tío Lucio, 
      de 81 años, que fue quien subió más fresco de todos. Este caballero además 
      de sus méritos propios fue sobrino del tío Domingo, 
      Guarda Mayor de Gredos 
      y artífice de la senda que en ese momento 
      estaba pisando. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Mientras el valle se quedaba cada vez más 
      lejos continuamos con un corto pero continúo paso. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | De esta forma fuimos bordeando el Risco 
      Redondo que, por cierto, creo que todos los mapas lo tienen colocado fuera 
      de su lugar correcto | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Continuamos hacia los Riscos de los 
      Cachorros... | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | ...siempre con la tranquilidad de que nos 
      guiaba un auténtico experto, sin Goretex ni Vibram ni leche en escabeche | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Al llegar a esta zona de piornos un servidor 
      tropezó y caí de cabeza en ellos quedando escondido. Al momento Jesús se 
      percató de mi ausencia: ¿Paco?...¿Pacooo?...¿Pacooooooooo?. A mi me daba 
      vergüenza pedir ayuda pero el sobrepeso de la mochila y lo incómodo de mi 
      posición no me permitía levantarme por lo que decidí dejar escapar un "bufff" 
      gracias al que acudieron en mi ayuda tirando de los bastones. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Repuesto del sustillo sin consecuencias, 
      excepto en la honrrilla que quedó un poco deteriorada, continuamos. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Mientras, el tío Lucio apretaba el paso armado 
      con pies y manos, los demás se desvivían con el viejo en funciones: Paco, 
      ¡cuidado con esa piedra!, Paco, ¿te llevo la mochila?, Paco, Paco... y uno 
      que además de honrilla también tiene corazoncito, pues iba de maravilla. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | De esta forma nos fuimos acercando a la 
      Portilla Bermeja, un poco zarandeados por un viento que a cada paso 
      arreciaba con más fuerza. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Cuando llegamos a tiro de piedra de La Bermeja 
      se decidió tirar directamente hacia la Peña del Esvilrradero | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Donde Miguel, que se había chutado un Colacao, 
      avanzaba abriendo camino | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Al llegar a la zona que 
      conozco perfectamente por mis repetidos abandonos al no encontrar un paso 
      decentemente seguro y cada vez más zarandeados  por un viento de 
      fuerza cinco arreciando a mar gruesa... | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Se decide por mayoría absoluta retroceder a la 
      Bermeja donde habíamos oído que se había instalado una horchatería con 
      terraza. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Mientras el tío Lucio saltaba ágilmente de 
      piedra en piedra ayudado por su "quitamanías" el resto bajábamos como 
      podíamos. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Al llegar a la portilla pudimos constatar con 
      alegría que lo de la horchatería es un bulo. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | En pocas ocasiones he posado con más orgullo 
      que junto al tío Lucio ni con más cariño que junto a mis recientes amigos 
      Chuchi, Nati y Miguel... | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | ... aunque mi corazón me recordaba la falta de 
      tres personas: Carlitos y Juan Mingot y mi apoyo moral y logístico, Jorge. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | ¡Hasta siempre amigos! | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | 
      Bueno pues el resto es de imaginar, bajadita 
      hasta el Refugio Elola donde me esperaban otros amiguetes, el superactivo 
      Jorge y Elena, guardas y creadores de muy alta cocina de autor. A pesar de 
      que confesaron haber comido esa semana las famosas albóndigas del Elola y 
      no me habían guardado, pero no os preocupéis, no os guardo MUCHO rencor. | 
  
    |  | 
  
    |  | 
  
    | Afortunadamente nos 
      obsequiaron con unos macarrones "al dente" con una salsa exquisita y unas 
      pechuguitas de pollo con salsa agridulce, con su piña y pasitas que 
      estaban de rechupete. | 
  
    |  | 
  
    | 
      
         |