| Paseos de un 
			aprendiz de montañero con sus compañeros | 
		
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			Marzo 2014 El Nevero | 
		
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			Espero que no lea esto mi traumatólogo 
			porque medianamente recuperado de las consecuencias del alud de tres 
			semanas atrás y con un tiempo como no veíamos desde hace meses, 
			decidimos irnos a juguetear por el Nevero. 
			Hay una cantidad tremenda de nieve por 
			segundo año consecutivo, el día es perfecto y seguramente por 
			Peñalara habrán cientos de personas disfrutando por lo que nosotros 
			no vamos a ser menos, solamente que un poco menos acompañados. | 
		
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			| Elegimos esta ruta por 
			la aproximación corta y menor densidad de caminantes por metro 
			cuadrado. El Circo de las Lagunillas está tremendo de nieve. Las 
			canales han quedado ocultas y han caído numerosos aludes. ¡Brrrrrrr! 
			Lagarto, lagarto | 
		
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			| Tremendas cornisas a 
			punto de caramelo | 
		
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			| Nos preparamos con 
			todos los cacharritos y elegimos una canal (ahora es una pala) que 
			transcurre por la zona derecha, donde presuntamente no hay riego de 
			desprendimientos. | 
		
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			| Aquí tenemos en plena 
			faena a Jorgito a través de mi entrepierna | 
		
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			| Me 
			releva en el tema de dar patadas | 
		
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			| Y de nuevo le tengo 
			por debajo mío. | 
		
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			| Una vez arriba vemos 
			una bonita y profunda grieta marcando el lugar por donde tarde o 
			temprano acabará desprendiéndose. | 
		
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			| Como nos ha sabido a 
			poco (normal) repetimos jugada por una canal mixta que habíamos 
			visto... | 
		
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			| ...y que tendría que 
			proporcionarnos un par de largos muy disfrutones. | 
		
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			| Con anclas metidas 
			hasta las entrañas vamos ascendiendo. | 
		
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			| Otra vez en las 
			alturas la vista de las cornisas impresiona mucho. | 
		
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			| Los hoyos Cerrado y 
			Berrecoso aparecen impresionantes y también cargados de cornisas. | 
		
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			| Después de comer 
			emprendemos regreso a la cerveza, perdón al coche y a casita tras un 
			día de mucho disfrute | 
		
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			De nuevo al Nevero. Esta vez con Juan Mingot | 
		
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			Pulmones de Cabezas de Hierro. Tubo Central | 
		
			| Teníamos muchas ganas 
			de meternos por los Pulmones de Cabezas. El problema es que desde 
			que se abrieron las pistas de Valdesquí, el aparcamiento de Cotos 
			está petado por lo que hemos desistido hasta que aprovechando una 
			ventana de mal tiempo, madrugamos moderadamente y allí nos 
			presentamos, en medio de la niebla y lloviendo. | 
		
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			| La última parte de 
			aproximación a los Pulmones se convierte en una pesadilla de 
			"meteduras de pata" entre los grandes bloques | 
		
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			| En algún momento la 
			niebla se desvanece dejándonos intuir nuestro camino. La suma de 
			niebla más nieve más pendiente, no me gusta en absoluto por lo que 
			seguimos acercándonos sin mucha fe. | 
		
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			Al poco de comenzar la canal Jorge 
			mete la pata hasta las ingles, con la mala suerte de que se le queda 
			encajada la bota entre las rocas y no hay manera de sacarla. 
			Por supuesto yo le ayudo riéndome con 
			ahínco. | 
		
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			| Tras un buen rato 
			de feroz lucha contra piedra  
			y nieve, le propongo cortar su pierna a la altura del muslo, al 
			estilo del pobre Aaron Ralston, pero en vez de con navaja roma, 
			haciéndolo con piolets. Incluso me ofrezco voluntario para efectuar 
			tan piadoso acto pero en el último momento el puñetero consigue 
			sacar lo menos valioso de su extremidad derecha, dejando el resto 
			encajado. | 
		
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			| Cuando consigo 
			dejar de desternillarme, le ayudo y saco las pertenencias del 
			señorito que había dejado enterradas. La visión de un guetre 
			completo, con bota y crampón, parece sacada de una película de 
			terror. | 
		
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			| Por fin llegamos 
			enteros al comienzo del corredor y con la nieve tipo "pichí-piflú" o 
			sea, ni "chicha ni limoná" empezamos a disfrutar. | 
		
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			| La cosa se pone 
			bonita pero quien esto escribe va un poco mosqueado ya que cuando 
			hice este corredor al año pasado, me encontré con un trozo bastante 
			vertical, helado y con pocas posibilidades de escaquerlo. | 
		
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			| La cumbre del Pulmón 
			Derecho aparece preciosa. | 
		
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			Ahora nos toca una travesía para 
			evitar unas placas que podrían perfectamente desprenderse por lo que 
			extremamos precauciones y nos separamos. 
			Mi rapidez mental y madera de 
			voluntarioso héroe me inclinan a ir yo por delante, no sea que el 
			primero las despegue y el segundo caiga. | 
		
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			| Después continúa 
			Jorge hasta que decidimos practicar un poco y nos encordamos 
			aprovechando las numerosas protecciones que permite la roca. | 
		
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			En general, no ha tenido ninguna 
			dificultad, lo cual nos reitera en que el mismo tramo de montaña 
			puede ser desde un paseo a una peligrosa ascensión, dependiendo de 
			las condiciones. 
			También coincidimos en que la guía de 
			Ángel Luis Manzaneque debería contener en la descripción de la 
			inclinación unos valores mínimos y máximos porque ya hemos 
			encontrado muchos tramos muy superiores a los indicados en esta 
			práctica guía. | 
		
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			| Según nos acercamos 
			a la cumbre nos envuelve la niebla y un fortísimo viento llega a 
			tirarme en una ráfaga por lo que, aunque muy felices por la 
			ascensión, decidimos bajar poniendo tierra (nieve) de por medio para 
			comernos un arrocito cocinado por mi señora parienta. | 
		
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			| Hasta la próxima 
			Cabezas... | 
		
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